15 de abril de 2012

Poséeme

La luz de las velas se consume, igual que se va consumiendo mi cordura. Y yo, acorralada, atada de manos, con los brazos extendidos por detrás de la cabeza, y mis labios sellados, siendo prisioneros de tus feroces besos; me dejo llevar por la locura. Mis ojos nublados por cortinas humeantes de deseo. Mi cuerpo ardiendo, quemándose con cada una de tus caricias. 
Muérdeme, aruñame, apriétame, chúpame, lámeme... 
Haz de ésta, la noche de tus sueños. Hazme tu esclava, ardamos en el infierno. Poséeme antes de que salga el primer rayo de sol, antes de que la luna deje de ser nuestra, antes de que recupere la cordura y la razón toque a la puerta. Muérdeme, aruñame...Ámame, que yo ya no tengo remedio.


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