18 de abril de 2012

Noches solitarias

Entre la soledad de mi cuarto y el vació de mi cama, me encuentro yo, perdida, vagando a través de unos pensamientos que me conducen una y otra vez hasta tu sonrisa, recuerdos que aun erizan la piel, como si estuvieras aquí besándome en la nuca o acariciando mi espalda, como si me estuvieras amando de esa forma tan especial; la mejor forma que conozco, la única forma en la que quiero que me amen, y siendo tú, la única persona del universo de la cual quiero obtener todo ese cariño, el cual sin duda, yo te entregaré de vuelta y por duplicado.


Ahora, que en estos momentos no te tengo conmigo de la manera que añoro, quisiera mirar ese calendario viejo y saber que esos días que dejamos atrás, no son sólo números tachados, pues esos momentos contigo, no son sólo recuerdos de un pasado cercano, no; porque si cierro los ojos, me llevan de vuelta a ese punto exacto y me traen con ellos todas esas sensaciones que tu logras despertar en mí. Yo quiero mirar al futuro y tener la certeza de que no existe ni un sólo mañana en el cual tu no estés, no quiero ver la luz de un nuevo día, si no va a ser tu mirada la que me muestre el mundo con otro prisma, no quiero noches sin luna, si no tengo la capacidad de contar la cantidad de estrellas que se posan en tu boca.
Como si tu conservaras en ti la pura belleza.
Como si la perfección fuera ideada a raíz de tu nombre.
Como si mi existencia dependiera de la tuya.
Como si tu y yo, fuéramos sólo una persona.                                                                                                                         
Te necesito ahora.






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